Fundación Banco de Bogotá

Cuando Karen Torres aceptó la entrevista con este equipo de periodistas del Banco de Bogotá se sintió tensionada. No está acostumbrada a salir en cámara, su voz es suave, sus expresiones reflejan una mujer tozuda, analítica, reservada y desde la primera impresión: inteligente.

Mide un metro 60, y su rostro es angelical, tiene 22 años, pero aparenta menos. Abordamos a Karen antes de entrar al laboratorio. Ella se puso su acostumbrado vestido de trabajo. Un protector blanco nieve que lleva bordado el logo de la Universidad del Cauca y de su carrera: Ingeniería Física.

Karen inició la entrevista diciendo que le apasiona la ciencia, por eso decidió ser ingeniera. “Esta carrera me brinda conocimiento para aplicarlo a la ingeniería y posteriormente hacer algo útil para la sociedad. Mi sueño es hacer proyectos que mejoren la calidad de vida de las personas y que aporten al desarrollo de la ciencia y la tecnología”.

Ella es amante de dos temas alucinantes que despiertan la imaginación y que hace ver a Karen como un talento extraordinario digno de cualquier agencia espacial. Ella está enfocando su conocimiento en la física de partículas y la astronomía.

Así como los jugadores de futbol sueñan debutar en la Premier Ligue, Karen sueña ponerse el uniforme de la Nasa. Algún día.

No ha sido fácil, reitera. Cuando empezó la carrera, no tenía cómo pagar el transporte para ir a la universidad, entonces debía acelerar el paso diariamente en los dos recorridos. Muy temprano hacía el aula y en la tarde a casa. Caminaba un poco más de una hora.

El papá de Karen es electricista empírico y a veces hace algunos trabajos particulares. Su mamá trabaja en casas de familia. Ahora Karen, la menor de tres hermanos, tiene la oportunidad de estudiar con mayor facilidad gracias al apoyo del Banco de Bogotá.

La noticia de la beca fue una gran sorpresa para toda la familia, pues además de facilitar su proceso universitario por medio de un apoyo económico, es un respiro importante para las finanzas del hogar. En casa, los papás de Karen creen firmemente en que, para tener una mejor calidad de vida, sus hijos deben terminar la universidad, es por eso que han hecho su mayor esfuerzo para que los tres puedan estudiar y culminar sus carreras. Con el apoyo de sus hermanos y del Banco de Bogotá, esperan que Karen pueda culminar sus estudios con éxito.

Por el momento, ya ha participado en todas las secciones de mentorías que se realizan en el marco del programa Juan María Robledo, asegura que son espacios de aprendizaje que van mucho más allá de lo que se ve en un aula de clase y que quedan para la vida. “Con las mentorías tenemos la posibilidad de complementar nuestro proceso de aprendizaje de manera más transversal pues nos ayudan a crecer como personas y como profesionales desde otros ámbitos. En mi caso personal, estoy muy dispuesta a aprender nuevas cosas y más si vienen de personas que ya han tenido experiencias en la vida real, eso es lo que más me gusta, que es un proyecto pensado en el largo plazo”.

Karen terminó la entrevista con un mensaje a los jóvenes para que inviertan su tiempo en sus pasiones. “Mi mensaje para todos los jóvenes y especialmente a las mujeres es que decidan estudiar lo que realmente les apasiona, ya que todos somos capaces de lograr lo que nos propongamos, si le ponemos la dedicación y disciplina necesaria”.