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Helmunt Gómez

¡Siguiente nivel! Jugándosela por la educación superior

Para ser bueno en los videojuegos se requieren ciertas destrezas, habilidades e inteligencia para hacer los movimientos más estratégicos y avanzar al siguiente nivel. Eso lo sabe muy bien Helmunt Gómez, quien reconoce que su vida -a veces- puede parecerse a un videojuego, en el que cada paso hacia adelante significa estar más cerca de caer al precipicio, pero, en el juego como en la vida se requieren de oportunidades, de destrezas de nunca soltar el control.

Y en cuanto a niveles se refiere, Helmunt se encuentra en uno de los episodios más avanzados e importantes en el que el objetivo que debe cumplir es convertirse en profesional. Actualmente, tiene 23 años y cursa noveno semestre de Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad Distrital Francisco José de Caldas; y, aunque ya está cerca de completar este nivel, reconoce que no fue fácil al principio y siente que ha estudiado casi toda una vida.

Cuando recién salí del colegio, no sabía muy bien lo que quería, y creo que no era el único al que le pasaba. Yo iba a estudiar Cine y Televisión en otra universidad, pero por diferentes razones terminé eligiendo la carrera de Tecnología en Electrónica. Fue un tiempo después que se presentó la oportunidad de estudiar ingeniería y empecé un poco mal, porque la carrera no era lo que yo pensaba y el golpe de la transición del colegio a la educación universitaria fue un cambio brusco”, cuenta Helmunt.

Sin embargo, esos días han quedado atrás y hoy se alegra de decir que con el paso de los semestres le fue agarrando el gusto a la carrera. Tanto que se imagina en su trabajo soñado, incursionando en el mundo del software, la analítica y la programación. “Siempre fui bueno en matemáticas y todo lo que tiene que ver con el área formal técnica de la carrera es lo que me ha gustado. Es lo más interesante y le cogí más pasión por esa afinidad con lado de las matemáticas y lo técnico que a mucha gente no les gusta”, explica.

Como todo jugador, Helmunt ha contado con diferentes aliados y recursos que le han permitido sobreponerse a los obstáculos más complicados y resolver los desafíos más retadores en el juego. Su principal red de apoyo ha sido su familia y sus amigos, quienes -en palabras de Helmunt- “siempre han sido su fortaleza”.

Asimismo, hace parte del grupo de 150 estudiantes que fueron selectos para hacer parte del programa de becas Juan María Robledo, que más allá de un apoyo económico, le ha brindado por medio de las mentorías más oportunidades para seguir aprendiendo. De hecho, se propone seguir estudiando y por ello, a lo largo de su vida académica, ha utilizado sus destrezas y conocimientos para obtener méritos como recibir matrícula de honor dos veces, ser tutor del área de física de la universidad, ser auxiliar de investigación en un proyecto, ayudar a escribir una sección de un libro de investigación y tener tesis meritoria en el tecnólogo; méritos que, a su vez, le permitan avanzar al siguiente nivel y acceder a becas de posgrado para cursar su maestría.

Helmunt está jugando -quizás- una de las partidas más importantes de su vida. También comprende que es una de las que más tiene que gozar. “Si pudiera decirle algo a mi yo de niño, le diría que se preocupara más por disfrutar el tiempo libre, en el colegio siento que me preocupaba en exceso por el estudio. Ahora, en la universidad, en los puntos más difíciles de la carrera, me recordaría que está bien relajarse un poco más y no estresarse tanto”.

Por eso dedica sus espacios libres a seguir aprendiendo de destrezas en su vida de gamer,  allí se encuentra con otra de sus pasiones, e incluso allí sigue descubriendo cómo su carrera se integra a ese otro mundo en el que pone a prueba sus habilidades, su dedicación e inteligencia.

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