Cali, Valle del Cauca
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Karol Márquez, de 21 años, cursa tercer semestre en Univalle y fue seleccionada en el Programa de Talento Digital del Banco de Bogotá.
Karol Márquez será la primera profesional de su familia. Esta joven pertenece a la comunidad indígena Nasa, vive en el resguardo KWE’SX YU’ KIWE; en La Cumbre, Valle del Cauca. El pilar de su familia son Ruth Islena Trochez, su mamá y Carmen Elodia Rivera, su abuela, mujeres trabajadoras que no han desistido en su apoyo para el desarrollo de su proyecto de vida –su padre falleció cuando tenía dos años-. Su abuela se dedica a la producción de café, mientras que su mamá trabaja en oficios domésticos en casas de familia. En su infancia fue víctima del paramilitarismo: cuenta que en varias ocasiones su abuela la alzaba y corría lo más lejos que podía para proteger su vida. Karol tiene cuatro hermanos, pero solo vive con dos de ellos. Gisel Rendón de 16 años y Sergio David Rendón de 14 años.
Con 21 años cursa sexto semestre de Estadística en la Universidad del Valle en Cali. Se ha interesado por las nuevas tecnologías, el big data y el machine learning. Desde que inició sus estudios universitarios se caracterizó por su compromiso y deseo de superación personal; tanto así que mucho antes de entrar a la universidad, ahorró, con ayuda de su abuela, para comprar un computador, pues sabía que iba a ser necesario en esta nueva etapa.
Desde el inicio, atender los gastos que requiere la universidad, y más en otra ciudad, representó un reto. Su abuela pagaba los semestres y, antes de la pandemia, su mamá los pasajes; pues Karol viajaba todos los fines de semana a La Cumbre debido a que se desempeña como secretaria del Cabildo en los proyectos de su comunidad. Los gastos adicionales los asumía con los ingresos generados de una monitoria que realizaba en la universidad; aunque al llegar la pandemia el proyecto no continuó, por lo cual dejó de percibir ese ingreso.
Karol recibió hace dos semanas una noticia que le dio aliento para seguir su sueño de ser la primera estadística en su familia y su resguardo. La llamaron de la Universidad del Valle a informarle que había sido seleccionada en el primer grupo de 150 jóvenes que participará en el Programa para el Desarrollo de Talento Digital, Juan María Robledo, del Banco de Bogotá. Esos jóvenes recibirán el pago de su semestre y manutención hasta que finalicen la carrera, además de mentorías especializadas para apoyar su talento y búsqueda de empleo.
“Jamás voy a olvidar la cara de felicidad de mi mamá”, cuenta Karol al referirse al momento en el que contó que fue seleccionada para participar en este programa, que representa para ella un alivio económico y una oportunidad de abrirse a nuevas oportunidades que le permitan desarrollarse profesionalmente, a la vez que contribuye con su comunidad. El compromiso con su resguardo en evidente, y en medio de las clases virtuales, a las que pudo adaptarse sin problema, ha podido estar más al tanto de los proyectos que se desarrollan allí.
Como buena estadística, Karol se ha encargado, desde su rol en la secretaría, de transformar los formatos tradicionales que se manejan en la comunidad por archivos en Excel y de construir gráficos que permiten tener un orden más detallado del manejo del presupuesto. “Por ejemplo, el tesorero tiene todo anotadito en su cuaderno, debo hacer un archivo con toda esa información” expresa. Así mismo, con base en las cifras del censo obtuvo diferente información que sirve para entender mejor el comportamiento de su comunidad y cuáles son las preocupaciones que se deben atender rápidamente para el mejoramiento de ésta.
Karol ha tomado todos los conocimientos adquiridos en la Universidad del Valle para facilitar la gestión de proyectos, velando así por el bienestar de su comunidad.
Su proyecto de vida yace en complementar sus dos perfiles: estadística y líder indígena. Para iniciar, anhela incorporarse a una empresa grande donde pueda escalar, después de adquirir cierta experiencia espera consolidar su gran sueño: crear empresa. Aún no tiene claro cuál sería el campo de acción, pero quiere mantenerse activa en la comunidad y generar empleo incorporando personas con diferentes habilidades y niveles académicos.
Cuando otras personas de la comunidad Nasa ven la dedicación con la que Karol está construyendo sus sueños, definitivamente inspira, empezando por su familia “para mi hermana he sido un pilar fundamental, pues al verme, ella también quiere ir a la universidad y progresar”.
Ella considera clave fomentar el gusto por la educación: “el estudio es muy importante para que todos progresemos, pues nosotros los jóvenes logramos sacar adelante a nuestras familias, y así tenemos una mejor ciudad, un mejor país y un mejor mundo”.